¡Ay, cómo quisiera ser
arena, sol, en estío!
Que te tendieses
descansada a descansar.
Que me dejaras
tu cuerpo al marcharte, huella
tierna, tibia, inolvidable.
Y que contigo se fuese
sobre ti, mi beso lento:
color,
desde la nuca al talón,
moreno.
¡Ay, cómo quisiera ser
vidrio, o estofa o madera
que conserva su color
aquí, su perfume aquí,
y nació a tres mil kilómetros!
Ser
la materia que te gusta,
que tocas todos los días
y que ves ya sin mirar
a tu alrededor, las cosas
-collar, frasco, seda antigua-
que cuando tú echas de menos
preguntas: "¡Ay!, ¿dónde está?"
¡Y, ay, cómo quisiera ser
una alegría entre todas,
una sola, la alegría
con que te alegraras tú!
Un amor, un amor solo:
el amor del que tú te enamorases.
luego dices, como en la charla del viernes, que recitar lo había hecho poco y regular, pues amigo, en este poema declamas genial, le sobra el eco de fondo, imagino que la grabación, pero por lo demás, genial.
que grande salinas y su poemario LA VOZ A TI DEBIDA.
tendremos que conformarnos con lo que no toca ser
ResponderEliminarbesos conformes
luego dices, como en la charla del viernes, que recitar lo había hecho poco y regular, pues amigo, en este poema declamas genial, le sobra el eco de fondo, imagino que la grabación, pero por lo demás, genial.
ResponderEliminarque grande salinas y su poemario LA VOZ A TI DEBIDA.
No, Ana: yo, como Salinas, no soy más que lo que soy, ya me vale.
ResponderEliminarBs.
Dije que lo he hecho poco, volti, no mal, jeje. Y con Salinas es fácil, claro.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo en lo del eco, ya estaba hecho y me dió pereza repetirlo, así aprendo.
Abrazo.
Gracias por traernos a este Salinas amoroso y profundo como pozo, Salinas de carne, poeta vital para vivir.
ResponderEliminarBonito escucharte.
Amiga, para mí es un placer compartir la lectura de Salinas. Y que siga...
ResponderEliminarPoema preferido de mi adolescencia...premonitoriamente ..hoy me toca vivirlo...creo..sin certeza aun..espero un milagro..
ResponderEliminar