Metí las manos en el agua
para parecerme a las islas.
Por mis dedos pasaba el mar
como el aire por las rendijas.
Por debajo de mis palabras
las sirenas se perseguían.
Cuando quise volver a tierra
ya no estaba la orilla.
Mis poemables en "Tiempo a destiempo"
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'El arte de la fuga según Mr. Nooteboom'
Hace 4 años
la orilla se la llevaron los cánticos de sirena
ResponderEliminarla orilla es la libertad atisbada y perdida
ResponderEliminar¿cómo sigue la gata?
Creo que estaba atada a un mástil, Ana, aunque de poco le sirvió.
ResponderEliminarComo una rosa, Santi, gracias.
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