Al ocaso
le han crecido pájaros,
aves migratorias
huidas del frío
con las plumas mojadas
en tinta invisible
pintan
con su luz fosforescente
el paisaje de este Madrid que arde
que me despeina
me bailame sonríe
y se alfombra
de adoquines dorados
cuando el sol cae
y vuelo hacia tus brazos;
a este ocaso en Madrid
le han crecido pájaros:
tus rizos tatuados
en mi espalda,
la transparente caverna de tus ojos
y el mar,
océano en mis dedos
que nos acuna
el sueño y la esperanza;
abro los ojos, despierto y sonrío
con pájaros
que crecen en tus labios.
Mis poemables en "Tiempo a destiempo"http://yozuniga.blogspot.com/
que cada pájaro sea una verdad ansiosa y constante
ResponderEliminarDespierta de ese sueño con el sabor que te dejan sus labios
ResponderEliminarbeso
Buen pájaro está tú hecho, Santi.
ResponderEliminarTe veo hoy con vena lírica, Ana.
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