miércoles, 28 de octubre de 2009

El pozo salvaje. Carlos Marzal

Por más que aburras esa melodía
monótona y brumosa de la vida diaria,
y que te amansa;
por más lobo sin dientes que te creas;
por más sabiduría y experiencia y paz de espíritu;
por más orden con que hayas decorado las paredes,
por más edad que la edad te haya dado,
por muchas otras vidas que los libros te alcancen,
y añade lo que quieras a esta lista,
hay un pozo salvaje al fondo de ti mismo,
un lugar que es tan tuyo como tu propia muerte.
Es de piedra y de noche, y de fuego y de lágrimas.
En sus aguas dudosas
reposa desde siempre lo que no está dormido,
un remoto lugar donde se fraguan
las abominaciones y los sueños,
la traición y los crímenes.
Es el pozo de lo que eres capaz
y en él duermen reptiles, y un fulgor
y una profunda espera.
Es tu rostro también, y tú eres ese pozo.

Ya sé que lo sabías. Por lo tanto,
acepta, brinda y bebe.
//

4 comentarios:

  1. bebamos sed de lágrimas en el pozo de la vida

    beso

    ResponderEliminar
  2. fuerte, me identifico mucho, marzal me encanta

    ResponderEliminar
  3. Prefiero beber sed de sonrisas, Ana, aunque claro está que no es tan fácil.

    ResponderEliminar
  4. Yo también y a mí también, Santiago.

    ResponderEliminar