miércoles, 30 de diciembre de 2009

La poesía es un arma cargada de mercurio. Belén Reyes

A Amparitxu, a Gabriel.


Yo sé que es vida esto que se mueve
entre estas venas rotas y cansadas.
No hay célula que tienda a resistirse.
No quiero ser inmune a nadie, a nada.

Yo sé, porque me duele cuando escribo,
que Amparitxu se acuerda de Celaya.
La poesía es un arma cargada de mercurio,
a casi todo el mundo se le escapa.

Y no sé por qué insisto en estos tiempos,
se nos van los poetas en silencio,
y luego el homenaje-navajada.

Hago trenzas de versos, me despeino.
Cuando se hace un milagro hay que dar caña.
Yo sé que es vida esto que se mueve
entre estas venas rotas y cansadas.
La poesía es un arma cargada de mercurio,
—hay una minoría que la atrapa—.
Los demás que se apañen con la nómina,
con el vídeo, la coca, o la esperanza.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Poema. Jorge Eduardo Eielson


En mi mesa muerta candelabros
De oro, platos vacíos, poesía
de mis dientes en ruina, poesía
de la fruta rosada y el vaso

de nadie en la alfombra. Poesía
de mi hermana difunta, amarilla,
pintada y vacía en su silla;

poesía del gato sin vida, el reloj
y el ladrón en el polvo. Poesía
del viento y la luna que pasa,
del árbol frondoso y o desnudo
que un fósforo cruza. Poesía
del polvo en mi mesa de gala,
Orlada de coles, antigua y triste
Cristalería, dedos y tenedores.


domingo, 27 de diciembre de 2009

sábado, 26 de diciembre de 2009

Ut supra. Bibiana Poveda

http://bibianapoveda.blogspot.com/

desampará las cúpulas del cero
castora del santo oficio de la tapia:
la húmeda suerte de la incauta en tus mamas botijas, en tu ojo de sello

que ningún delator te indague los abismos
que ningún adelanto te victimice el pacto

castora del festival acalambrado:
la suma ínfula de alabanza en tus manos guijarros, en tu oído de jaula

que todas las cenizas se cubran de pie plano
que todo lo imposible desove entre tus uñas

te mendigo el momento de ojeras afinadas, la suave traición de los entierros
la contraseña
en el agua que agita el suspenso del feto

acapará las cópulas, castora de muermos desdentados:

tragame las encías
la idiotez de creerme un pelo
en la lechosa calvicie de ignorancias.

desampará las cúpulas del cero

castora del santo oficio de la tapia:
la húmeda suerte de la incauta en tus mamas botijas, en tu ojo de sello

que ningún delator te indague los abismos
que ningún adelanto te victimice el pacto

 del festival acalambrado:
la suma ínfula de alabanza en tus manos guijarros, en tu oído de jaula

que todas las cenizas se cubran de pie plano
que todo lo imposible desove entre tus uñas

te mendigo el momento de ojeras afinadas, la suave traición de los entierros
la contraseña
en el agua que agita el suspenso del feto

acapará las cópulas, castora de muermos desdentados:

tragame las encías
la idiotez de creerme un pelo
en la lechosa calvicie de ignorancias.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Nacimiento de Cristo. Federico García Lorca

Un pastor pide teta por la nieve que ondula
blancos perros tendidos entre linternas sordas.
El Cristito de barro se ha partido los dedos
en los tilos eternos de la madera rota.

¡Ya vienen las hormigas y los pies ateridos!
Dos hilillos de sangre quiebran el cielo duro.
Los vientres del demonio resuenan por los valles
golpes y resonancias de carne de molusco.

Lobos y sapos cantan en las hogueras verdes
coronadas por vivos hormigueros del alba.
La luna tiene un sueño de grandes abanicos
y el toro sueña un toro de agujeros y de agua.

El niño llora y mira con un tres en la frente,
San José ve en el heno tres espinas de bronce.
Los pañales exhalan un rumor de desierto
con cítaras sin cuerdas y degolladas voces.

La nieve de Manhattan empuja los anuncios
y lleva gracia pura por las falsas ojivas.
Sacerdotes idiotas y querubes de pluma
van detrás de Lutero por las altas esquinas.

martes, 22 de diciembre de 2009

Confianzas. Juan Gelman

se sienta a la mesa y escribe
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
y más: esos versos no han de servirle para
que peones maestros hacheros vivan mejor
coman mejor o él mismo coma viva mejor
ni para enamorar a una le servirán

no ganará plata con ellos
no entrará al cine gratis con ellos
no le darán ropa por ellos
no conseguirá tabaco o vino por ellos

ni papagayos ni bufandas ni barcos
ni toros ni paraguas conseguirá por ellos
si por ellos fuera la lluvia lo mojará
no alcanzará perdón o gracia por ellos

«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
se sienta a la mesa y escribe

jueves, 17 de diciembre de 2009

No es hacer el amor. Trovador errante.

No es hacer el amor
es hacerlo contigo

cuando dejamos de pesar
y levitamos a otro lugar

cuando el silencio
es la palabra más bella

es mar

cuando nos drogamos de abrazo

No es hacer el amor
es hacerlo contigo.

viernes, 11 de diciembre de 2009

El pacto. José Ángel Valente

Nadie sabrá que tú y yo concluimos
este pacto inocente
con sangre y lodo y la arañada cal de las paredes,
ante un testigo no identificado,
para traicionarlo todo,
para vender uno a uno los principios más sacros,
para pasar a gatas la frontera
que indignos nos haría de todas las miradas.

Y tú, piedra de escándalo,
y tú, desnudo,
y tú, bajo los árboles.

Y la longeva lógica acabada,
roto el considerando,
sin significación el signo,
la mente sana in corpore insepulto
y el ministro litúrgico
sin atreverse a deponer las armas
en las gradas aéreas
del dios que alegra nuestra juventud.

sopa de poetes


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martes, 8 de diciembre de 2009

La sangre. Giovani Collazos

http://gio-collazosc.blogspot.com/

Te vas partiendo el alma a destajo
respirando el riesgo indocumentado

juntando los continentes con las manos
sin cambiar nada de la sangre.

Es la herencia de tu sol
que hace fértil la vida
en medio de la tempestad

solo es aire de abanico para ti
lo que para otros es el infierno.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Lo que queda en la mirada. Javier Das



Ni pequeñas o grandes peleas,
ni reconciliaciones,

eso no es la magia de una pareja.
La magia te explico yo
dónde estaba.

Cuando tú te habías acostado
antes que yo
y al meterme en la cama
susurrando te decía
te quiero
y te abrazaba
por la espalda.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El jueves, presentación de "Tiempo a destiempo"

"El tiempo se vierte, indiferente a nosotros; nos defendemos de él invirtiéndolo, revirtiéndolo, divirtiéndolo, subvirtiéndolo, convirtiéndolo. Escribir es combatir el tiempo a destiempo: a la intemperie cuando llueve, en un sótano cuando brilla el sol. Escribir es un contratiempo".

Carlos Fuentes


cartel: francisco cano

lunes, 30 de noviembre de 2009

SMS. Daniel Aldaya

Kriño,
ben sabs
q no alknzo la altura
d l adosado cn vistas al mar,
xo prometo
adosarm xa siempre
a tu metro setnta d ojos oceanicos

***

Cariño,
bien sabes
que no alcanzo la altura
de un adosado con vistas al mar,
pero prometo
adosarme para siempre
a tu metro setenta de ojos oceánicos.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Murió Amparitxu

A veces, cuando se van ciertas personas, parece que con ellas se va toda una época. Amparo Amparitxu Gastón, fallecida en Madrid ayer, 24 de noviembre, a los 89 años, fue cuatro décadas compañera de Gabriel Celaya, pero durante 18 años más preservó con fidelidad su obra y su memoria. El nombre de Amparitxu, y el del poeta extinto, ambos donostiarras (ella nació en San Sebastián un 15 de mayo de 1921), nos remiten a un tiempo en el que la poesía no fue algo históricamente más importante que otras veces, pero sí disfrutó de una engañosa y pasajera relevancia, la elevó ante los ojos del pueblo, y éste la utilizó para levantar banderas y alumbrar utopías. Quizá la poesía nunca ha sido necesaria, pero entonces consiguió parecerlo un poco.


Amparo Gastón firmó algunos libros con Celaya, pero sobre todo asumió el papel (bastante habitual en la biografía de muchos escritores) de ferviente compañera, intendente doméstica, agente, masajista y asistente hospitalaria. Como aquellas casas parroquiales en que una abnegada hermana dedicaba toda su vida a cuidar de un hermano sacerdote, la literatura española también ha estado salpicada de esposas, parejas o compañeras que tutelaban hasta el último día a escritores más o menos distraídos, que, gracias a ellas, tenían las espaldas bien guardadas y podían emprender ambiciosas empresas literarias pero que, en la vida real, no sabían por dónde les daba el aire.

Sin embargo, Amparitxu no sólo fue compañera. Jugó en la biografía de Gabriel Celaya un papel fundamental. Representó una ruidosa detonación, la detonación que cambió para siempre la vida de Rafael Múgica (el nombre real del poeta) y lo convirtió en alguien distinto. Es cierto que la marca Gabriel Celaya representa un acontecimiento totalmente singular en la historia de nuestra literatura: no es un seudónimo, es decir, la adopción utilitaria de otro nombre; ni un heterónimo, es decir, la fingida y literaria adopción de una nueva identidad. No, Gabriel Celaya representó en la vida de Múgica algo mucho más grande, algo distinto: la aparición de un hombre nuevo, y no ya en los papeles sino en la estricta realidad.

La responsabilidad de la creación de ese hombre nuevo corresponde a Maritxu Gastón. Quizás también por eso su papel difiere un tanto del de eterna acompañante de un escritor. A ella le corresponde un lugar fundacional en la vida de Celaya; es el núcleo que alumbró a un hombre diferente y lo ganó para la literatura.

El cínico mundo de las relaciones literarias está lleno de damas avispadas que embarrancan en las costas de un poeta y operan en sus aledaños como una codiciosa turba de vikingos. Son tantos y tan conocidos los nombres que no merecen particular recordación. Muchos de ellos ni siquiera merecen la estraza del periódico sino el couché que circula por las peluquerías. Pero el caso de Amparitxu no es, desde luego, uno de ellos. Ella no llegó en busca del expolio, ni se acercó a un poeta demenciado tentando sin recato un golpe de estado notarial. Se acercó, muchos años antes, a un hombre, y extrajo el poeta que llevaba dentro. Lo construyó ella misma, lo condujo a lo largo de los años, lo cobijó mientras escribía el verso eterno.

Ayer se fue la mujer que logró todo eso. Y con ella se va también buena parte de una época en que la poesía, que nunca ha sido necesaria, consiguió parecerlo un poco.

Pedro Ugarte


Antesdeayer, 24 de noviembre, murió Amparitxu. En recuerdo de esta admirable mujer, uno de los poemas emblemáticos de Gabriel Celaya:

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Tenemos que irnos. José Ángel Barrueco

sobremesa tras la cena
estamos los cuatro
él no ha llegado aún
noto inquietud y temblor

mi madre dice:
tenemos que irnos
de esta casa

la aceptación
en nuestros ojos
el temor a la intemperie
en nuestros corazones
el vacío en el alma
el saber que tu vida
se disuelve y muta

decidimos marcharnos
pero regresamos
un año después,
o así, cuando a mi madre
él la sedujo de nuevo

cuando la convenció
con palabras envenenadas
de mentiras y falsas promesas

cometimos el error de volver,
amigo, el error de confiar
en el beso de Judas.

Poema de José Ángel Barrueco incluido en el libro "No hay camino al paraíso” (Editorial Ya lo dijo Casimiro Parker, 2009). Un buen poema para el día de hoy, en que se recuerda el maltrato y la violelencia machista.

Andrés Ramón Pérez Blanco ( KEBRAN). Poema cinco




En la tremenda noche sin luz

prólogo de mi letanía de ausencias

las mantas del desarraigo me cubren.

Camino al onírico paraíso, a bordo de mi camastro,

me sumerjo en océanos de lunas

y nada temo. Se desvanece la vida.

Viajo

y subo y bajo por los sueños del poeta.

Elevo la mirada hacia el cielo de la noche

y verso.

Verso que te puedo acariciar,

que te robo una sonrisa,

que, ¿dónde vas? Que tengo prisa para el verso terminar.

Verso con la luz de tu mirada

y verso con el filo de tu boca,

verso con el alma ensangrentada

y verso, cada noche, si me toca.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Mañana, enTintados



¿Qué haré yo entre tantos poetas? Haré lo que pueda.
Por cierto, hay un lamentable error: Marina no es marina, sino SARA. SARA ROUSELL

viernes, 20 de noviembre de 2009

Son de negros en Cuba. Federico García Lorca

Cuando llegue la luna llena

iré a Santiago de Cuba,

iré a Santiago,

en un coche de agua negra.

Iré a Santiago.

Cantarán los techos de palmera.

Iré a Santiago.

Cuando la palma quiere ser cigüeña,

iré a Santiago.

Y cuando quiere ser medusa el plátano,

Iré a Santiago

con la rubia cabeza de Fonseca.

Iré a Santiago.

Y con la rosa de Romeo y Julieta

iré a Santiago.

Mar de papel y plata de monedas.

Iré a Santiago.

¡Oh Cuba! ¡Oh ritmo de semillas secas!

Iré a Santiago.

¡Oh cintura caliente y gota de madera!

Iré a Santiago.

¡Arpa de troncos vivos, caimán, flor de tabaco

!Iré a Santiago.

Siempre dije que yo iría a Santiago

en un coche de agua negra.

Iré a Santiago.

Brisa y alcohol en las ruedas,

iré a Santiago.

Mi coral en la tiniebla,

iré a Santiago.

El mar ahogado en la arena,

iré a Santiago,

calor blanco, fruta muerta,

iré a Santiago.

¡Oh bovino frescor de cañavera!

¡Oh Cuba! ¡ Oh curva de suspiro y barro!

Iré a Santiago.

jueves, 19 de noviembre de 2009

La luz. Javier Belinchon



A veces dan ganas de cortar los cables
quedarse a oscuras
cerrar los ojos
no sentir más que
el intento de un latido
en tu pecho a oscuras

callar y caer al suelo
dejar de esperarde pensar
olvidarte de la luz

esa puta luz allá en lo alto
que no deja de recordarnos
con su intensidad
que lo único que podemos
hacer con ella es
apagarla

lunes, 16 de noviembre de 2009

Apunte del setenta.Gsús Bonilla




nací
en el seno de un establo

donde mi abuelo
era propietario de una vaca de manchas negras
y la leche de ésta
mi alimento

manchada se secó
y fuimos en busca de nuevos horizontes.
habitábamos por entonces
entre chabolas construidas a medias
en el estraperlo de la noche
y otras, las más

en el alambre de un alquiler.

-y como ya apunté en otros poemas-
en el camino
de la infancia hasta mi adolescencia
hubo un océano de zancadillas.

-posiblemente este principio
no venga a cuento-
y debía de haber empezado
por el suelo

en el que mi madre
en cuclillas
me cantaba el

jesusito de mi vida eres niño cómo yo
por eso te quiero tanto y te doy mi corazón
tuyo es
mío no

¡tuyo es, mío no!

me cantaba
para curarme las heridas

y consiguió

levantarme más ampollas.

Libertas. 14 de noviembre



domingo, 15 de noviembre de 2009

A la noche. Leticia Bergé

A la noche los acomplejados salen.
A la noche los marginado
buscan callejuelas oscuras.
Es en la noche cuando el mendigo
anda con la cabeza muy alta
y las ratas callejeras
asoman a la avenida muerta.
A la noche los asesinos, las sombras muertas.
A la noche los gatos, las alarmas,
una fila de farolas interrumpidas
por una rota.
A la noche, a la noche
que cuelga de una luna desatorillada.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Secreto. Ana Sáenz

http://miescaleradecaracol.blogspot.com/
el cuaderno

de las tapas rojas
está lleno y desgastado,
lo voy a guardar

junto a los otros,
en el cajón
de las libretas viejas

entre bolis bic de colores
y libros de poesía

un sitio a la vista de cualquiera
y en el que nadie mira
por que según dicen
lo que allí se encuentra
son tonterías mías

qué sabrán ellos

si todo lo que hay allí
cuenta la historia
de la etapa escondida

de mi vida

viernes, 13 de noviembre de 2009

Bannng. Amparo Bletisa



Un algo indescriptible
vigila los rincones de mi voz.

Yo nunca tuve miedo,
no presentí el peligro
ni siquiera a la tarde
cuando la luz más débil
campaba en tus rincones.

Canturreaba a solas
inmersa en mi bemoles
sin miedo y convencida
de que un jazz es un jazz
lo cante quien lo cante
y aunque le falten notas.

Un manotazo duro,
un golpe de repente
justo en el diafragma,
me ha dejado sin aire
mientras que lo inspiraba.

Y ahora
en la más pura apnea
me ausento en el dolor,
en la asfixia que ahoga
y da el pistoletazo de salida.

jueves, 12 de noviembre de 2009

La casa sola. Batania




Entonces,
una noche de nunca es tarde,
al ver a mi muerto muerto, a mi único muerto,muerto,
comencé a hacer la maleta
y le dije no sé a quién
que Vizcaya era una palabra, que Euskadi
una palabra,
que eran sólo palabras y no las mejores,
le dije,
las palabras.

Todavía hoy,
a la tercera cerveza y sin que nadie me pregunte,
levanto la voz y digo
que yo solo,
con todas mis espinas y linternas de sombras,
soy mucho más
que Euskadi entera
(aunque quizá sea menos
que ese gato sin paraguas);
que yo solo,
con mis camisas brunas y faltas de grafía,
soy mucho más
que toda España
(aunque quizá no tanto
como un lirio con leucemia);
sin poder detenerme,
como caminando con la cintura
de un pájaro, pregunto
qué clase de máscara es Noruega o Argentina,
qué diccionario Brasil o Mozambique
(pero sí conozco las nóminas de 815 euros,
unos ojos azules si miran como tus ojos,
un plato de arroz, o las colas de los hospitales).

Qué miedo tiene
el que olvidó el mañana de sus raíces; el que
abandonó el nosotros romano para ser innumerable; el que
sólo pisa caminos rotos y océanos de impureza.

Qué miedo tiene
el que busca su derrota con la miel en los dientes; el que
sueña con lugares de alazanes sin alambradas; el que
cuenta las horas que le faltan para matar a Clitemnestra.

Qué miedo aquél
que una noche llegó a casa
y la casa estaba sola,
y la puerta cerrada,
y su padre muerto,
y de pronto quiso estar
en los archivos de la policía.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Nocturno en el que nada se oye. Xavier Villaurrutia

En medio de un silencio desierto como la calle antes del crimen
sin respirar siquiera para que nada turbe mi muerte
en esta soledad sin paredes
al tiempo que huyeron los ángulos
en la tumba del lecho dejo mi estatua sin sangre
para salir en un momento tan lento
en un interminable descenso
sin brazos que tender
sin dedos para alcanzar la escala que cae de un piano invisible
sin más que una mirada y una voz
que no recuerdan haber salido de ojos y labios
¿qué son labios? ¿qué son miradas que son labios?
Y mi voz ya no es mía
dentro del agua que no moja
dentro del aire de vidrio
dentro del fuego lívido que corta como el grito
Y en el juego angustioso de un espejo frente a otro
cae mi voz
y mi voz que madura
y mi voz quemadura
y mi bosque madura
y mi voz quema dura
como el hielo de vidrio
como el grito de hielo
aquí en el caracol de la oreja
el latido de un mar en el que no sé nada
en el que no sé nada
porque he dejado pies y brazos en la orilla
siento caer fuera de mí la red de mis nervios
mas huye todo como el pez que se da cuenta
hasta ciento en el pulso de mis sienes
muda telegrafía a la que nadie responde
porque el sueño y la muerte nada tienen ya que decirse.

martes, 10 de noviembre de 2009

Un día estarás tumbado. Jack Kerouac

1
Un día estarás tumbado
allí en un delicioso trance
y de pronto una caliente
brocha enjabonada te será
aplicada en la cara—lo tomarás a mal—
un día el
empleado de la funeraria te afeitará

2
Dulce amor monstruañoso
De los mimos de mamá
¡Eh!
Llama Dios a la Madre
Para detener esta lucha


3
Yo eso repetí ; agoté
el metro; perdí 2 centavos
Y o que fui multado
Para ser gallardo
Y refinado
¡Ay!

Yo que fui
¡Aúúúú!
El búho
En la ventana


4
Vieja cagada de perro navajo, tú
tus bienes son los mejores
bienes que he visto nunca ¿por qué
parece loco tu perro
cuando ladra?

¡Eh, sabueso!
no te comas crudo ese conejo muerto
delante de mis narices
—caliéntalo un poco.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Vanessa Pérez Sauquillo

Éste es mi contestador automático.
Para herir, simplemente, marque 1.
Para contar mentiras que me crea, marque 2.
Para las confesiones trasnochadas, marque 4.
Para interpretaciones literarias
producto del alcohol, marque 6.
Para poemas, marque almohadilla.
Para cortar definitivamente la comunicación,
no marque nada, pero tampoco cuelgue,
titubee en el teléfono (a ser posible durante varios meses)
hasta que note que voy abandonando el aparato
a intervalos de tiempo cada vez más largos.
No desespere. Aguante.
Espere a que sea yo la que se rinda.
Le evitará cualquier remordimiento.
Gracias.

domingo, 8 de noviembre de 2009

La poesía es un arma cargada de futuro. Gabriel Celaya

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Llamada. Juan Pinilla

Oigo la llamada de tu pecho, de tu boca
que como una sirena desde lo profundo
me invita al reencuentro
porque tu deseo no muere contra mi piel
mi mar de búsquedas te anega
más no te apaga el líquido derramado
Y vuelves para chocar contra mí de nuevo
Te alejas, sí, huyes de esta complicidad inesperada
que se satisface en vino rojo
y en sobremesas con sabor a peligro y cicuta
te alejas, enderezas las velas, te arreglas el pelo,
despejas la cubierta, te sacudes la falda,
vuelves a tu rumbo bien trazado de residencial cara
a tus puertos a resguardo de sueldo fijo y conyugal cariño
con las bodegas llenas de tesoros, como tu despensa,
tus barriles de agua, tus reservas
Pero al cabo vuelves
a saciarte de nuevo del sudor repetido y la sonrisa incontrolable
de esta inmensa pasión fugaz
que un día descubrimos.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Donde habite el olvido. Luis Cernuda

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Poetas en Libertad 8



El amigo Enol Sanyago no recuerda esta presentación.(pinchad aquí). Seguiremos informando.

jueves, 5 de noviembre de 2009

El tigre. David González

Javi tenía tatuado
un tigre en el antebrazo.
Bueno, no sé si era
un tigre o un leopardo,
algo así,
y se chutaba en las pintas
de la piel del animal
porque de esa forma
no se le notaban las marcas.
Y así siempre.
Hasta que un día
el tigre se cansó,
y le comió el brazo
de un mordisco.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Misterioso. Jorge Guillén (inédito)

Pasa el vídeo misterioso,
vuelve el pasado en movimiento,
y el instante insignificante
llega enseguida a conmovernos.
¿Y por qué? Porque significa.
No cruzan su flujo y su tiempo
frente a nuestros ojos atónitos
Sin arrastrarnos a lo inmenso
ése impulso que es esencia.
Contra mareas, contra vientos,
y jamás contacto con Nada,
Nada irreal que siempre sueño,
y la gran verdad nos oculta:
el vivir del amigo muerto.
¿Cómo?
Salinas.
Me emociono.
Es él y todo el universo.

martes, 3 de noviembre de 2009

Amor mío. Jaime Sabines

Amor mío, mi amor, amor hallado
de pronto en la ostra de la muerte.
Quiero comer contigo, estar, amar contigo,
quiero tocarte, verte.

Me lo digo, lo dicen en mi cuerpo
los hilos de mi sangre acostumbrada,
lo dice este dolor y mis zapatos
y mi boca y mi almohada.

Te quiero, amor, amor absurdamente,
tontamente, perdido, iluminado,
soñando rosas e inventando estrellas
y diciéndote adiós yendo a tu lado.

Te quiero desde el poste de la esquina,
desde la alfombra de ese cuarto a solas,
en las sábanas tibias de tu cuerpo
donde se duerme un agua de amapolas.

Cabellera del aire desvelado,
río de noche, platanar oscuro,
colmena ciega, amor desenterrado,

voy a seguir tus pasos hacia arriba,
de tus pies a tu muslo y tu costado.
//

lunes, 2 de noviembre de 2009

Celebración del brote. Laura Giordani

Al nacer nos alzamos
de una sepultura blanda,
matriz del sueño en la materia.



Viaje adentro,
al fondo, a ese barro primero
solícito para las manos,
los algodones tendidos
en coincidencia milagrosa con la herida.

Lo blando: refugio de las aristas
que nos duelen.



Viaje por los corredores de la sangre,
el andamiaje de calcio que nos alza
en rebeldía incesante ante la gravedad.

Para ser polvo encendido en la frente
de algún dios, reconciliación
de puntos cardinales, fervor
que nos eleva a esa colina
desde donde podemos ver
la infancia que nos aguarda.




(De la plaquette "Cartografía de lo blando")

domingo, 1 de noviembre de 2009

Versiones. Sofía Rhei

Dédalo
Los planos no eran otra cosa que el mapa estelar.
¿Pero a quién se le va a ocurrir consultar el cielo
cuando el olor de la bestia se hace tangible?


Ícaro
Con el amasijo de cera se hicieron tablillas,
que se grabaron con las plumas caídas
para contar la historia de los huesos esparcidos


Sísifo
Más fácil que olvidarte
sería repetir cada caída
para perfeccionarla

sábado, 31 de octubre de 2009

Una mujer y un hombre. Juan Gelman

Una mujer y un hombre llevados por la vida,
una mujer y un hombre cara a cara
habitan en la noche, desbordan por sus manos,
se oyen subir libres en la sombra,
sus cabezas descansan en una bella infancia
que ellos crearon juntos, plena de sol, de luz,
una mujer y un hombre atados por sus labios
llenan la noche lenta con toda su memoria,
una mujer y un hombre más bellos en el otro
ocupan su lugar en la tierra.

viernes, 30 de octubre de 2009

Dos poemas. Vanessa Pérez Sauquillo

Te llamo mientras oyes
el brillante gritar de los vencejos.
Acaso no me escuchas,
pulpa de parpadeo,
amado escrutador.
No me queda sino seguir llamándote
con el grito de todo lo que hierve,
el que hace rama de palabras,
el que abre fruto
de mi soledad, mi raíz,
hilo al viento en un prado
donde aún
no ha aprendido a posarse.


Tú miras los vencejos.
Yo también sé gritarte. Poco a poco
se me cubre de brillo el corazón.


* * *


La tarde se ha cubierto,
oscura hoja de lluvia
a punto de caer.
La primavera acecha
en la membrana estremecida
de la primera gota.
Me haces bailar colgada de una hebra,
baila, baila en la palma de tu mano
mi piel. Piel de cristal curtido, humedad
que en un pétalo ha cuajado.


Sólo sé que me llevas
del último cabello,
desde la capital de los latidos,
desde un balcón me llevas
hacia donde otro árbol
se nos vuelca de nombres ignorados
y de flores.
Tu brazo cae en mí.
No hay pájaro de pluma semejante
que haga pesar tan poco al corazón.
No hay voz que dé cabida a esa palabra
que empaña la ventana.
La tarde se ha cubierto
precipicios abajo y ya de mí
sólo se ve tu gesto, sólo queda
mi pálpito extendido en el aire
que sin querer levantas.


Cierra los ojos, oye
cómo por fin florece la tormenta.

jueves, 29 de octubre de 2009

Mensaje de Rómulo Augústulo a Orestes. Daniel Aldaya

Ante el Empire State, Odoacro cabecea y yo te conozco,
yo te conozco.
Yo te conozco porque eres el mismo muerto de siempre,
porque eres el mismo muerto y nosotros
ya no somos los mismos de entonces.
No hemos sido nunca los mismos de siempre
(nunca porque no existíamos).
El dolor no nos ha hecho más fuertes.
No somos más fuertes porque rezamos,
porque rezamos a ratos,
porque no sabemos rezar,
porque no creemos en nada.
La blasfemia tampoco nos ha hecho más fuertes.
No es nada la muerte ante los ojos del mundo
(si me recuerdas no estoy muerto).
Hemos ido de la mano y sin embargo no es nada la muerte,
nos ha mordido la leve impronta de la mañana
y sin embargo no es nada la muerte
agarrado a otra mano.
Pero yo te conozco porque eres mi padre,
y también eres mi hijo, a ratos no eres nada,
sólo un soplo de brisa fresca.
Odoacro cabecea y yo te conozco y sé tu nombre
y cómo cabeceas cuando Odoacro te nombra,
cuando Odoacro te llama.


Si el dolor no ha servido para salvarnos,
sálvate tú al menos, sálvate tú al menos de entre los hombres,
sálvate tú al menos y salva a los hombres, sálvate,
sálvate ante el Empire State en la memoria
donde yo te conozco, padre, donde ningún vivo
ha vuelto para contarlo.

miércoles, 28 de octubre de 2009

El pozo salvaje. Carlos Marzal

Por más que aburras esa melodía
monótona y brumosa de la vida diaria,
y que te amansa;
por más lobo sin dientes que te creas;
por más sabiduría y experiencia y paz de espíritu;
por más orden con que hayas decorado las paredes,
por más edad que la edad te haya dado,
por muchas otras vidas que los libros te alcancen,
y añade lo que quieras a esta lista,
hay un pozo salvaje al fondo de ti mismo,
un lugar que es tan tuyo como tu propia muerte.
Es de piedra y de noche, y de fuego y de lágrimas.
En sus aguas dudosas
reposa desde siempre lo que no está dormido,
un remoto lugar donde se fraguan
las abominaciones y los sueños,
la traición y los crímenes.
Es el pozo de lo que eres capaz
y en él duermen reptiles, y un fulgor
y una profunda espera.
Es tu rostro también, y tú eres ese pozo.

Ya sé que lo sabías. Por lo tanto,
acepta, brinda y bebe.
//

martes, 27 de octubre de 2009

Atakak / Brechas. Hasier Larretxea

AtakakZartatu da
atearen karraka.


Itzalen behatxuloa.


Arimak
begi-sabelaldean
dilindatu baino lehen.


Barne-ahots
sintomatologikoaren
zartadaren epizentroa

lekualdatzeraino.



//



Brechas

Estalla
el crujido de la puerta.


La mirilla de las sombras.


Antes de que las almas
se cuelguen
en el ojo del abdomen.



Hasta desplazar
la bofetada del epicentro
sintomatológico

de la voz interior.

lunes, 26 de octubre de 2009

Escribo. Gloria Fuertes

Escribo sin modelo
A lo que salga,
Escribo de memoria
De repente,
Escribo sobre mí,
Sobre la gente,
Como un trágico juego
Sin cartas solitario,
Barajo los colores,
Los amores,
Las urbanas personas
Las violentas palabras
Y en vez de echarme al odio
O a la calle,
Escribo a lo que salga.

domingo, 25 de octubre de 2009

Toda la sangre. Arturo Borra



"...mis caminos sangran"
Louis Aragon


Y si me repito rebuscando entre las rocas un misterio,
si la roca sigue murmurando su rasguido,
si repito el error de errar por los ríos de mi sangre,
si baten sus desganas las cosas,
si siempre sangra la piel,
si los abrigos siempre sangran,
si todo y nada copulan cuando roban a lo eterno
un instante,
si me saquea el tiempo en que me reitero,
será -tan solo- para encontrar una sombra
nueva.


(De la plaquette "cielo partido")

sábado, 24 de octubre de 2009

No os diré nunca adiós. Esperanza Ortega

No os diré nunca adiós
viejas palabras malgastadas
amigos
fiestas
proyectos incumplidos
y esta alegría de palomas
a punto siempre de partir

países
que desaparecieron de nuestra geografía

no os diré nunca adiós
porque en vosotros
está más cerca el paraíso.

viernes, 23 de octubre de 2009

El sueño verdadero. Vicente Gallego

En el cenit del día
un derrumbe se escucha silencioso:
es el ínfimo estruendo
de la nube que quiebra su lograda figura
para ser de sí misma sólo un eco en lo alto.
Todo está en su solsticio,
en su plena apariencia mientras el sol lo abrasa.
Y a la herida del hombre su latido le presta
el frágil corazón de la que cree su hora
en la burla del tiempo.

Todo vive muriendo y, sin embargo,
qué arraigado saberse cierto y hondo
en la misma raíz del desarraigo,

qué morada a cubierto en la brusca intemperie,
qué verdad este sueño cristalino de agosto.


Mis poemables en "Tiempo a destiempo"
http://yozuniga.blogspot.com/

jueves, 22 de octubre de 2009

Décimas burlándose. Francisco de Quevedo

[ I ]

Con tres estilos alanos
quiero asirte de la oreja,
porque te tenga mi queja
ya que no pueden mis manos.
La habla de los cristianos
es lenguaje de ramplón;
por eso va la razón
de un circunloquio discreto
en retruécano y concepto,
como en calzas y en jubón.

[ II ]

Amar y no merecer,
temer y desconfiar,
dichas son para obligar,
penas son para ofender.
Acobardar el querer,
cuando más valor aplique,
es hacer que multiplique
el miedo su calidad,
para más seguridad.
(¡Tómate este tique-mique!)

Lágrimas desconsoladas
son descanso sin sosiego,
y diligencias del fuego,
más vivas cuando anegadas.
Las memorias olvidadas
en la voluntad sencilla
son golfo que miente orilla,
son tormenta lisonjera,
en donde expira el que espera.
(¡Qué linda recancanilla!)

El tener desconfianza
es tener y presumir,
y apetecer el morir
mucho de grosero alcanza.
Quien osa tener mudanza,
se culpa en el bien que asiste;
y quien se precia de triste,
goza con satisfacción
la pena por galardón.
(¡Pues pápate aqueste chiste!)

[ III ]

Pero, siendo tú en la villa
dama de demanda y trote,
bien puede ser que del mote
no hayas visto la cartilla.
Va del estilo, que brilla
en la culterana prosa,
grecizante y latinosa:
mucho será si me entiendes.
Yo vacío piras, y asciendes:
culto va, señora hermosa.

[ IV ]

Si bien el palor ligustre
desfallece los candores,
cuando muchos esplendores,
conduce a poco palustre.
Construye el aroma ilustre
víctima de tanto culto,
presintiendo de tu bulto
que rayos fulmina horrendo.
me entiendes, ni te entiendo:
pues cátate que soy culto.)

[ V ]

No me va bien con lenguaje
tan de grados y corona:
hablemos prosa fregona
que en las orejas se encaje.
Yo no escribo con plumaje,
sino con pluma; pues ya
tanto bien barbado da
en escribir al revés,
óyeme tu dos por tres
lo que digo de pe a pa.

[ VI ]

Digo, pues, que yo te quiero,
y que quiero que me quieras,
sin dineros, ni dineras,
ni resabios de tendero.
De muy mala gana espero:
date prisa, que si no,
luego me cansaré yo
y perderás este lance.
(¡Bien haya tan buen romance,
y el padre que le engendró!)

miércoles, 21 de octubre de 2009

El silbido del viento. Giovanni Collazos

Suena el cajón virtuoso,
el lamento del cristal de la muerte,
el charango del árbol
que atraviesa
el bastión de la herida


en la playa jugaban las preguntas
y el silencio de la constelación
se hizo jinete de gritos conculcados


somos lobos hambrientos
martillando el espejo que nos abraza
en las calles desiertas que nos denuncia
que el último fruto de la tierra
sólo es mitología


suena el viento y me dialoga,
me comunica que algo se está pudriendo

martes, 20 de octubre de 2009

Han vuelto. Elia Maqueda




- Se han ido - te digo
y acto seguido vomito tiros al blanco.

Las imágenes tristes de niñas con trenza y madres almendradas
ya no levantan ningún vuelo en esta pista;
maldigo la ignorancia de la belleza mediocre.

La maldigo.

Mientras tanto,
coloco tildes estúpidas entre el siseo del muslo izquierdo
y del derecho.

Y me distraigo con el ir y venir de las estaciones imposibles,
con una obsesión telúrica que nunca he tenido
con el brillo apagado de los azulejos del baño
manchados de sangre.

Se han perdido.

Absurda, mordaz y desvalida,
como las consonantes.
Minúscula ante las grandes figuras
en este insignificante desierto de ideas.

Desierta e insignificante.

Me rompo en lluvia por las mejillas
chillando, gritando, exigiendo que vuelvan
que quiero pisar de nuevo el mundo de frascos rotos
y que me corten los pies los cristales,

pero he perdido la costumbre.

Sencillamente.

Me quedaré aquí tumbada en el suelo de la plaza
a esperar a que vengan
(que siempre llegas tarde, que se retrasan los pagos;
que ahora; que entonces).

- En cualquier caso - me convenzo -,sé que volverán,
por la puerta de atrás, sin hacer ruido, y te diré:
han vuelto.

Y tendremos el infinito entre los dientes.

lunes, 19 de octubre de 2009

El último tango. Ada Menéndez




Te he querido
hasta fracturarme entre tus huesos,
hasta la última vértebra de mi espina dorsal,
hasta licuarme sobre tu amplio esternón,
te he querido hasta romperme la pelvis
porque contigo se corrían poemas
entre mis piernas.


Te he querido
desde Valencia a París
y bailar nuestro último tango.


Te ha querido


un esqueleto
que ahora
encaja sus piezas.

domingo, 18 de octubre de 2009

Salto de cucuví. Víktor Gómez

En gratitud a Carla Badillo


Por la huerta -cristo que arde sin
clavos en una cruz de alambres-
he visto el paraje triste como tu ojo,
pequeño pájaro
enredado en la trampa de un díscolo.


Lava, mujer, el ojo sin niña, en la tela
de mi canto. Y tiéndelo. Blanco
hasta que las mariposas negras lo golpeen
con su afán;
contra la ondeada libertad entre pinzas
baten toda frescura en la herida
del tiempo. Este tiempo que grita,
-crucificado en las alambradas
que nos separan del huerto-
con voz desgarrada, no vómito y llanto.


Que judas se guarde su plata.
Se la trague y no florezca
en este huerto ni en mi saliva halle gusto.



(De la plaquette "en un tiempo de gran orfandad")

sábado, 17 de octubre de 2009

Ciudades blancas. Antonio Gamoneda

Existe el mar en las ciudades blancas,
coágulos en el aire dulcemente sangriento,
sábanas en la serenidad.
Existen los perfumes inguinales, lenguas en las heridas femeninas
y el corazón está cansado.
Entra con tus campanas en mi casa, pastora ciega, sin embargo,
como si no tuviera la dulzura su fin aún en las ciudades blancas.

viernes, 16 de octubre de 2009

Cuerpo imantado. César Simón

Bien, pero ¿qué se busca
con el cuerpo imantado?, ¿qué se busca?

Y con los años se descubre:
se busca lo que era,
el enigma en los ocasos,
el enigma en el sol de las paredes,
el enigma en la sombra de las cañas.

Es más lo que se busca.

jueves, 15 de octubre de 2009

Soledad. Pedro Beltrán

Yo no escogí esta isla ni este olvido,
me sentenció el destino
que dibuja los cauces de los ríos
y enmudeció la mar para mi oído.
hay noches para amar que no tengo un contigo
y huyéndole a mi sombra comparto mi camino.
Soledad, cuando muera ¿vendrás también conmigo?

miércoles, 14 de octubre de 2009

El remordimiento. Jorge Luis Borges

He cometido el peor de los pecados
Que un hombre puede cometer. No he sido
Feliz. Que los glaciares del olvido
Me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraros para el juego
Arriesgado y hermoso de la vida,
Para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida

No fue su joven voluntad. Mi mente
Se aplicó las simétricas porfías
Del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.

martes, 13 de octubre de 2009

Poema de amor. Darío Jaramillo Agudelo

Podría perfectamente suprimirte de mi vida,
no contestar tus llamadas,
no abrirte la puerta de la casa,
no pensarte, no desearte,
no buscarte en ningún lugar común
y no volver a verte,

circular por calles por donde sé que no pasas,
eliminar de mi memoria cada instante
que hemos compartido,
cada recuerdo de tu recuerdo,

olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,
responder con evasivas

cuando me pregunten por ti
y hacer como si no hubieras existido nunca.
Pero te amo.

lunes, 12 de octubre de 2009

Saber y no saber. Ramón de Campoamor

Cuando con ansia de saber medito,
mido con arrogancia,
como si fuese un sueño, la distancia
que media entre la nada y lo infinito.
Mas mi razón, cual todas limitada,
nunca ve claramente
eso que hay de común entre la mente,
lo infinito, los sueños y la nada.
Saber y no saber, todo es lo mismo,
porque el fin de la ciencia es el abismo.

domingo, 11 de octubre de 2009

Nadie está solo. José Agustín Goytisolo

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad. Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio. ¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.

sábado, 10 de octubre de 2009

Texto fantasmal (sobre el partido). Déborah Vukušić

no sabes por qué / pero de repente un día todo cambia // buceas en ti y te encuentras perdida / perdida o triste / en un lugar que no conoces / y del que no hay puerta de huida / en una pesadilla constante en la rutina de las horas / como un ahorcamiento de cisnes ilesos // un día todo cambia y sabes que no puedes ya virar el rumbo / que la tierra está lejos / que el desgarro ya no duele / que es mejor mirar y tirar palante / que quedarte con tu imagen deformada del espejo // un día cambia todo tanto / que descubres todas las arrugas / los pliegues / las cicatrices / y haces recuento de los sueños no cumplidos // y te masturbas y te dueles para sentir algo / e imaginas que te llaman puta mientras te corres // no sabes por qué / pero un día todo es distinto // y te reconoces y te descubres a partes iguales / la que fuiste y la que no serás / y no sabes lo que es / pero te notas diferente // y tú ya me entiendes / eso es una putada y jode / jode mucho // hay estudios / creo que de johnson&johnson / científicos que trabajan en ello / testando con ratas / monos y humanos / anotando y manipulando datos e informes // pero empírica / lo que se dice empíricamente no se sabe por qué / de repente / un día / todo cambia ///

viernes, 9 de octubre de 2009

Los escombros tienen sed. Begoña Leonardo



Fui una hembra desahuciada

bajando la pendiente

desafiando al hambre

al hombre que dice adiós

o hasta luego.

No mires ahora

lo que queda arde

lo que pide pan está muerto

los escombros tienen sed,

son hijos que piden la teta.

Fui la esposa del gerundio

amando, vaciando...

Domesticando las heridas fecundas.

Fui la esclava del rastrojo

la lisiada de occidente

que conquistó un terreno rojo

un árido montón

de brazos

de piernas

de ojos sin pestañas,

de intemperies...

Soy la mujer que desahuciada

provocó la ira

el cataclismo,

sí, yo,

la desprovista

la paria

la sin nada,

la que arrastrándose todavía

precipita piedras

para que vengan y se sacien.

jueves, 8 de octubre de 2009

Isis. Anónimo

Porque soy la primera y la última,
Yo soy la venerada y la despreciada,
Yo soy la prostituta y la santa,
Yo soy la esposa y la virgen,
Yo soy la madre y la hija,
Yo soy los brazos de mi madre,
Yo soy la estéril y numerosos
son mis hijos,
Yo soy la bien casada y la soltera,
Yo soy la que da la luz que jamás procreó,
Yo soy el consuelo de los dolores del parto,
Yo soy la esposa y el esposo,
Y fue mi hombre quien me creó,
Yo soy la madre de mi padre,

Soy la hermana de mi marido,
Y él es mi hijo rechazado.
Respetadme siempre,
Porque yo soy la escandalosa y la magnifica.


Este himno a Isis, s. III o IV (?),
fue descubierto en Nag Hammadi (Egipto)

miércoles, 7 de octubre de 2009

De la infancia. Ángel Rodríguez (voltios)






te quejabas por nada
y lo sabías

sabías que robaba
calderilla
del monedero de mi madre
para comprarte regalices


regalices que te comías
mientras yo te narraba
el atraco
el asalto al fondo económico materno


hasta que fui sorprendido
más tarde que temprano
sería preso y prófugo a la vez


y decidí contártelo
por ver si en ti
había piedad

¡y una mierda!

te seguiste quejando
por la falta de regalices negros

martes, 6 de octubre de 2009

Teselas color indefinido. María Socorro Luis


Eran los gorriones.
Eran las flores del jacarandá
escribiendo amor en la vereda.

Era el sol de setiembre
provocando a la mar.

Y era tu soledad. Y era la mía.

*********************************

Llegaste sin aviso.

Te acomodaste en mí.
Borraste los pronombres
de tercera persona de plural.
Y trepaste a la rama de mis sueños

para colgar tu yo.


***********************************


Dijiste:
Nuestras manos
nunca van a soltarse.

Yo dije:
Me moriré si dejo de quererte.

Pero, aquí estoy... Ya ves.

***********************************

Revolví tu pelo con mis dedos.
Pegué un beso leve en tu mejilla.
Te miré lentito a los ojos...

Y te dije hasta nunca.


***********************************


Mis alas se quemaron
bajo la lluvia ácida.
Ya no puedo volar.

Mas, seguiré cantando.

lunes, 5 de octubre de 2009

Plegaria nocturna. Antonio Matilla

Concédeme el olvido si vas a darme años.
Que el paso de la edad
lo acompañe la fuga hacia la nada
de todos mis recuerdos
–primero los felices.
Que la salud y la memoria decrezcan juntas
para que, cuando la hora llegue, al menos
pueda uno recibirla dignamente,
sin lamentar las pérdidas.


Mis poemables en "Tiempo a destiempo"
http://yozuniga.blogspot.com/

domingo, 4 de octubre de 2009

Fingir el sueño. José Ángel Barrueco

leía mucho por las noches
como ahora, como siempre
al oír el portazo de mi padre
tras regresar a casa del trabajo,
cerraba el libro, apagaba la luz y fingía el sueño
unos minutos después sentía
el movimiento de la manija de la puerta
una mano giraba el pomo:
despacio
muy despacio
en silencio casi absoluto
abría un ojo y notaba la luz filtrándose
en el cuarto desde el exterior
en la rendija entre la puerta y la jamba
asomaba su cara como una aparición fantasmagórica
¿estás dormido?
pero yo no contestaba
fingía un sueño profundo
aguantaba la respiración
alguna vez respondí,
y eso supuso varias horas
de monólogo o, lo que era peor,
alguna bronca, algún desahogo
sobre su trabajo, su madre o la mía
y los disgustos que le daban
en la distancia,
ahora veo que
no hay nada
tan triste en la noche
como un hijo fingiendo
su sueño para no hablar con su padre.

sábado, 3 de octubre de 2009

Los abrazos no dados. Maruja Torres

Muere alguien cercano –y, créanme, estoy en una edad en que ello sucede a menudo-, y me pregunto si le abracé lo suficiente. La memoria contiene atenciones dedicadas a la piel, al perfume de cada uno. En mi olfato evocador permanecen los referentes de esa persona con la misma exactitud con que ahora mismo, si cierro los ojos, evoco el olor de la gente viva a la que quiero, tanto si permanece lejos como si voy a encontrármela en el transcurso del día de hoy. Registramos la percepción que recibimos de las personas amadas –y hay muchas formas de amar, afortunadamente–, el aroma que desprenden y la manera en que nuestra capacidad para el encuentro lo adopta y clasifica. Pues se mezclan, en los sentimientos que perdurarán para el recuerdo convertidos en una sensación única, el olor del otro y nuestro don más o menos afilado para recibirlo.

Y es entonces, cuando alguien muere, y te llegan a los sentidos el vaho de su cabello en verano, la frescura de sus pecas en invierno, el mensaje de su ropa… Es entonces cuando te preguntas si os abrazasteis lo bastante.

Inevitablemente, uno mira alrededor para comprobar si está abrazando lo bastante a quienes le rodean y le importan. Y comprende que hay mucho abrazo vano y mucho besuqueo en el aire, pero que nos falta acercar el pecho, darse con el torso uno de esos toques profundos, una de esas transmisiones de afecto que el otro metaboliza, que acompañan.

¿Se han dado cuenta de la cantidad de personas que retroceden un paso cuando pretendemos abrazarlas así? Sobre todo hombres. Los hombres sufren, para su desgracia –no es el caso de los gays, desde luego-, de falta de aprendizaje para los contactos que no sean sexuales. La ternura los inunda, pero carecen de espitas para darles cauce. Entonces los abrazas y callan, temiendo que se vaya a abrir el mar Rojo y los vaya a engullir, o que se vaya a abrir el mar Rojo y sencillamente los escupa. Es decir, temiendo, pero no sabiendo qué temer. Estamos en una época en que el contacto físico sentido, no el de las palmadas en los hombros ni las formalidades, acobarda.

No hablo de amantes –ése sería otro cantar: que hablen quienes aún tienen hormonas–, hablo de amigos. ¿Nos apretamos las manos, no para saludarnos, sino para comunicarnos? ¿Lo hacemos en público, sin importarnos los demás sólo porque nos lo pide el cuerpo, sólo porque nos parece necesario, sólo para decir “estoy aquí, contigo, como siempre”? A veces sí. Pero no con tanta frecuencia como deberíamos.

Hay personas ríspidas, hirsutas, erizadas. Me faltan definiciones, pero muchas tienen que ver con los moluscos. Mal educadas en las emociones físicas, con una infancia a cuestas que aún destila sequedad o exceso de leche materna, y que tienden a envararse, confundiendo la sobriedad con el papel de lija.
Hay gente que no sabe abrazar y que no lo sabrá nunca, con lo que eso supone de soledad interna para ellos, y de despellejamiento de los abrazos de uno, de frustración. Y hay gente que abraza demasiado, tanto que se desvaloriza, y termina dando tanto que da muy poco.
Pero entre medias hay personas que aprenden a abrazar, que superan el miedo al compromiso –o simplemente, a no saber hacerlo, a que se les note la falta de costumbre– y que se van abriendo de a poquitos. Créanme de nuevo –pues entre lectores y leídos siempre hay algo de relación de mutua fe–, es una sensación extraordinaria asistir a eso, al descubrimiento de los tiernos gestos físicos, gestos amistosos hasta el tuétano, gestos puntuales que acercan más que las palabras o que dotan de sangre y calor a las palabras, o que hablan con una elocuencia para la que aún no hemos inventado palabras.

Hay personas que aprenden a abrazar, y personas que aprendemos a apreciar su esfuerzo y a respetar sus caminos. Y agradecemos que eso ocurra, porque es un trabajo que habremos hecho en vida y del que nadie se arrepentirá.

viernes, 2 de octubre de 2009

Soneto V. Garcilaso de la Vega

Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan sólo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.

jueves, 1 de octubre de 2009

Asamblea. Juan Carlos Mestre

Queridos compañeros carpinteros y ebanistas,
yo les traigo el saludo solidario de los metafísicos.
También para nosotros la situación se ha hecho insostenible,
los afiliados se niegan a seguir pagando cuotas.
A partir de este momento la lírica no existe,
con el permiso de ustedes la poesía
ha decidido dar por terminadas sus funciones este invierno.
No lo tomen a mal,
pero aún quisiéramos pedirles una cosa,
mis viejos camaradas amigos de los árboles
acuérdense de nosotros cuando canten La Internacional.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Epitafios. Cristina Peri Rossi

Un editor me pide
que escriba gratis mi epitafio
Prepara un libro con epitafios
de varios autores vivos

-qué idea más macabra
debe de habérsela copiado
a un editor anglosajón-

Seguramente el editor no sabe
que hace veinte días
me atropelló un auto
y estoy postrada
la pierna derecha en alto
una fractura
un hematoma interno
una quemadura de tercer grado

(el auto no me hubiera dado tiempo
a escribir mi epitafio)

Rechazo la idea

pero al cabo de un tiempo me hace gracia

así que le envío un email
con mi epitafio
“Si no pedí que me trajeran
¿por qué me echan?”

martes, 29 de septiembre de 2009

Olvidos, I. José Antonio Muñoz Rojas

Ahora que la explosión de los nardos
acompaña y hace temblar la noche
con su olor, y los jazmines
fuera y dentro recrean las horas
para de ellas vivir quién sabe cuándo
ni cómo ni dónde, ni por qué. Y sin embargo
a ellas por siempre volviendo estoy.


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lunes, 28 de septiembre de 2009

Miedo. Ángel Rodríguez (voltios)


miedo

tengo miedo
infinidad de veces

tengo miedo

pero soy incapaz
no valgo para mostrarlo en público

el puñetero miedo

lo guardo

lo ingiero

mi miedo

y cuando llego a casa
froto bien los calzoncillos

para borrar sus huellas

domingo, 27 de septiembre de 2009

Buenos días. Oscar Aguado

Recuérdame que te arrope los pies
que te compre naranjas
y te achique el agua
que te ahogue con besos y pan
que te prepare pasta
te queme el horno
te pele la fruta
te encienda el gas
que llene las copas de agua de vino de ron
que no se te olvide que mi pie vive rozando tu pie
que los lunares de tu espalda no me dejan pegar ojo

recuérdame así que te haga perder los estribos
y pierdas también la armonía
y alcance tu tecla de jazz
recuérdame Rocío
que ponga al sol la mañana
que se limpie tu vientre de los pozales de la noche
que te bese los labios
y te prepare el café

que te dé los buenos días.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Me he puesto las alas... Estelle Talavera

Y si debo decirte.
Y si debo.Y si callándome tu salto es
inmenso,
más hermoso que mi estrépito de cacharros
y la caída del manojo de cucharas
de acero.

Tú llegas una vez más
un beso,
ordenador, sonrisa, tu pijama.

Me siento en el suelo de este cielo
la hierba mojada, cae la noche.
Y tu llamada viene de lejos…
el despertador para mañana,
tu abrazo dormido,
la hora de apagar las farolas, los ladridos.

Todo normal.

Y mis ojos, volando el techo,
recorren alterados cada rincón
de otros
cuerpos.

Mientras te abrazo.

Somos, hoy, dos.
Con ganas de llorar
y un gato enloquecido por abrazos
en mitad de la noche.
Entre nuestros cuerpos
a medio abrazar.

Hoy, por primera vez,
he abierto las alas más grandes
que he encontrado:
te he dicho al oído mis verdades; tú dormido.

Y es complicado salir
de una vida
sin hacer el más mínimo
ruido.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Comer galletas. Carlos Pujol

Me acuerdo que de niño la mentira
era un crimen horrendo.
Como comer galletas a deshora,
comprar cromos a chicos de la calle,
decir inconveniencias (o jolines),
como Canalla vil o Perro infiel,
Sarraceno maldito;
el regaliz, los sueños, los empachos
por gula confitera,
lavarse poco y mal, aborrecer
visitas a parientes.
Y preguntar siempre el por qué de todo.
Fue lo más deseable,
objeto de perpetua frustración,
¿no era posible mejorar el mundo
mintiendo? Contestaban:
Había que dejarlo tal cual era.
Ya en la vejez no dejo de mentir
a ver si encuentro así antiguas verdades.

jueves, 24 de septiembre de 2009

A Charles Bukowski. Tito Muñoz

Viejo cabrón, acábate la Heineken.
Te está durando mucho, demasiado.
Apuesta doble o nada a los caballos
que en tu puerta, uno blanco,
busca jinetes gordos.
Vomita en el rellano
de la muchacha pálida,
di tus últimos versos
a estudiantes lampiños,
arráncale los piños
de un limpio puñetazo
al crítico que odias.
Deja el escarabajo donde siempre.
El ángel de la grúa
pasará a recogerte.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Ausencias. Emilio Prados

1
¿Quién habla? ¿Quién pregunta,
sin palabras y sin voz,
detrás del tiempo?...
(Cruza lenta la luna
por la carne del sueño...
La soledad del hombre
se funde en el silencio).

2
Toda el agua, desnuda,
tendida sobre el tiempo,
pierde pie en la memoria
de la luz en el cielo...
–¿Quién desarraigó el alma,
sin cuerpo, del misterio?...

–Fue la noche... ¡la noche!
¡Solamente la noche!...
(Toda el agua retumba
como un corazón hueco)

3
Estaba el sol por nacer...
la noche se alzó del agua
para mirarlo:
la luz se hizo amanecer.

4
Y cuando llegó la luz,
miró atrás y vio que el cielo
estaba hueco.
Un lucero
sólo velaba al misterio
que dejó morir la luz...
¡Eterna pasión del tiempo!

5
Y el tiempo quedó pensando
que, de tanto en él pensar,
sin él se estaba quedando...

Luego se durmió en el mar
y el mundo lo fue olvidando.

martes, 22 de septiembre de 2009

Payaso. Roger Wolfe

Al terrorismo
se le llama
convivencia
si lo ejerce
un payaso
uniformado
con apoyo de la grey.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Margarita. Álvaro Tato

Si lo que somos fuera
no lo que sabes, sino
eso que no, ni nadie,
ni tú quisiera, eso
que sólo es porque no
se sabe, que no tiene
nombre ni nada y pasa
entre nuestras palabras,
bajo las cifras, más
acá de nuestros sueños
y libros, más al fondo
de todas nuestras magias,
más alto que la torre
donde doblan campanas,
más hondo que la tumba
donde ya no te espero;
si lo que somos no
fuera lo que has querido,
lo que buscabas siempre,
lo que encontraste en vano,
sino lo que no, entonces,
sólo entonces.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Los niños que se mueren. Elena Medel

Los niños que se mueren
pueden elegir entre saltar durante el día sobre camas de
hormigón dulce, o comerse las sábanas muy lento, con
los ojos cerrados y felices.
El privilegio de la franela. Dos centésimas de miedo para
que suelten su mano: por la avenida se agarran de la
punta de mis dedos, mordiéndome, mamá.
Ya no tengo piernas y canto muy bajito, buscando en un lugar
cerca de mi padre, así que ellos me hacen compañía
antes de llegar a casa.
Qué alegría en el vestíbulo: soy tan blandita que no puedo
morir.
Tengo amigos sin sueño ni pijama. Huelen a víspera de
festivo, y convierten los termómetros en un cuento de
buenas noches, y han muerto y sin embargo
confían en enero igual que en las ventanas y la voz de la
nieve.
Así es la vida de los niños que se mueren. Acolchada. Muy
dulce. Es tan bello extinguirse siendo niño...

sábado, 19 de septiembre de 2009

El camino. Laura Capmany

Mi vida tiene forma de camino,
y un fondo de verdad en la maleta,
y una ilusión, ridícula y secreta,
donde confluyen Dios y mi destino.


Mi vida tiene ya sabor a vino,
y a noches de relente y escopeta,
y a pan desmenuzado en la cuneta,
y a humilde vocación de peregrino.


Mi vida es algo tonto que dormita
bajo la higuera azul de la esperanza
mientras el tiempo, inexorable, avanza.

Mi vida es un clamor que resucita
cuando siente que existe, cuando alcanza
un poco del amor que necesita.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Si me llamaras... Pedro Salinas

¡Si me llamaras, sí;
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca
desde la voz que dice: "No te vayas".

jueves, 17 de septiembre de 2009

Adiós. Marta Noviembre



Me habré ido,
y no habrá ya,
ni hoy, ni mañana,
ni antes, ni ahora,
ni lejos, ni cerca.

Me habré ido,
y allá donde esté
no podrás contarme
cómo han ido
tus días sin mí.

Me habré ido,
y no habrá ya,
ni fuerte ni débil,
ni siesta ni fiesta,
ni tuyo ni mío.

Me habré ido,
y allá donde estés
recordarás siempre
que me negaste
con esa manera tuya
de no decir que no.



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miércoles, 16 de septiembre de 2009

Mi alma... Carmen Jodrá

Mi alma está cansada y triste y tiene frío.
Mi alma no le encuentra gusto alguno a la vida.
La bohemia es estéril y lleva a la locura;
la estupidez es dulce, sumisa e infrahumana;
y la tercera opción, la virtud de Aristóteles,
el razonable equilibrio, el justo medio,
se me quiebra en las manos cada vez que lo intento.
Llamaban a la vida fabulosa aventura:
estudiar, aprender, crecer, conocer gente,
pero ya hace algún tiempo que no creo en nada de eso,
y aunque quizá debiera forzarme a reencontrarlo,
mi alma está cansada y triste y siente frío,
y tengo tan pocas ganas de hacer nada...

martes, 15 de septiembre de 2009

El mundo. Ko Un

El mundo reposa en el útero
aquello fue un buen sueño
ahora quisiera salir afuera.

Llorar. Eso es todo.

lunes, 14 de septiembre de 2009

El arma cargada. Luis Muñoz

La poesía hace sitio a la nube del tiempo,
relampaguea como si todo abarcase,
se convierte en un salto, en un grito,
en un anillo absorto, en esperanza.
Cuando parte el silencio la nuez
de algún poema,
la poesía es un viento con origen,
un sedal desatado,
la corriente rizada y fragorosa,
la lata de cerveza donde se prueba el tiro.
Y no sé si costumbre o cambio de costumbre,
si revés o si cara, si moneda del día.
Su certeza es la misma que nimba cada cosa.
Yo no sé qué hace falta para ser necesario.


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domingo, 13 de septiembre de 2009

Más allá que yo. Juan Ramón Jiménez

Ese ocaso que se apaga
¿qué es lo que tiene detrás?
¿lo que yo perdí en el cielo,
lo que yo perdí en el mar,
lo que yo perdí en la tierra?
¿Más allá, más, más allá,
allá que toda la tierra,
todo el cielo y todo el mar?
¿Más allá de lo pasado
y más que lo que vendrá,
más que el principio y el fin
y más que la eternidad?
¿Más allá que yo, que acabo
todo con mi imajinar,
que estoy antes y después
del todo, más allá, más?

¿Más allá que yo en la nada,
más que yo en mi nada, más
que la nada y más que el todo
ya sin mí, más, más allá?


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sábado, 12 de septiembre de 2009

Al triste. Jorge Luis Borges

Ahí está lo que fue: la terca espada
del sajón y su métrica de hierro,
los mares y las islas del destierro
del hijo de Laertes, la dorada
luna del persa y los sin fin jardines
de la filosofía y de la historia,
el oro sepulcral de la memoria
y en la sombra el olor de los jazmines.
Y nada de eso importa. El resignado
ejercicio del verso no te salva
ni las aguas del sueño ni la estrella
que en la arrasada noche olvida el alba.
Una sola mujer es tu cuidado,
igual a las demás, pero que es ella.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Quemar las velas. José Luis Zúñiga

.
Cuando niño los días pasan como un suspiro, tan livianos
que parecen ser nubes altas empujadas por el nordeste,
con un tiempo de adagio, lento, sin relojes ni nubarrones
en la línea de un horizonte que no atisbas en tu mirada,
pendiente sólo de las olas rompiendo suaves en la orilla.
Cuando niño los días pasan entre abuelos y mariposas,
entre coles y lagartijas, entre jácaras y canciones.
Te celebran los cumpleaños con regalos y pocas velas.

Luego empiezan a salir granos, sarpullidos de adolescencia
entre furtivos escarceos a la orilla de alguna falda
cuyos misterios escudriñan, primerizos, inquietos dedos;
los veranos son menos largos y ya oteas un horizonte
siempre preñado de tormentas, algo que sabes que te toca
vivir con miedo y sin tragedia. Los veranos son menos largos,
las verbenas son menos castas y los días mucho más lánguidos.
Sigues soplando algunas velas, pocas, con globos todavía.

Y te quedan dos o tres vidas.

Cuando cumples los treinta empiezas a cantar en los cumpleaños
de tus hijos, que es una cosa placentera pero distinta;
ya te sabes bien atrapado en las ruedas de una carreta,
los amigos te felicitan con mensajes SMS
y, si acaso comes pasteles, piensas más en el sobrepeso
que en lo ricos que están. A veces, uno posa su brazo amable
sobre tu brazo, y tú te alegras de tener alguien cerca. Soplas
con desgana sobre unas velas con extrañas formas de números.

Pronto pasas la cuarentena encerrado, casi agradeces
ese encierro tan profiláctico, aunque a ratos, triste, recuerdes
ciertas noches de borrachera, cuando el tiempo se detenía
suspendido en una partida que duraba hasta el alba. Sientes
que te duele la espalda; el alma duele también, vas al gimnasio,
te apresuras de banco en banco, pagas multas, cancelas deudas,
soplas, soplas sin aire, soplas. De repente casi eres viejo,
no te gusta, los cumpleaños se consumen como una vela.

Y la vida sigue que sigue.


…Y la vida sigue que sigue. Así llegas a los cincuenta:
siempre tienes dos años menos, dos vidas menos, dos amantes
que te han dejado por la cana, varios cuentos en el tintero,
papeles viejos que se pierden en los cajones de la noche
estrellada contra ese cuerpo que no cuenta ya cicatrices
sino piedras en los riñones. Y golpes, muchos, cuatrocientos,
que te rondan por la cabeza. Se hacen hondos los años, tanto
como lo son las campanadas. No despliega velas el viento.

Pero, queda, la vida es bella:

hoy, que cumplo ya tanto tiempo, hago versos que me hacen daño
pero al tiempo me alivian; cuánto he vivido, cuántos envites
de fortuna con los amigos, que también cumplen años: unos
juegan con globos, otros juegan con nietos tiernos y se ríen,
los hay que buscan y no encuentran, los hay con canas y sin canas,
los hay reumáticos, gimnastas, tristes, alegres, funcionarios
altos y bajos, cantautores, ricos y pobres, viejos, jóvenes.
Los más andan a la que salta y yo vibro con todos ellos.

Cuántos días me quedan, cuántos, cuántas noches de luna verde
con mi gente, brindando al viento, qué bendita alegría; cuánto
vivir contigo, con vosotros, jornadas plenas que adivino
luminosas entre la bruma. Los recuerdos los guardo dentro,
pero muy adentro, mucho: quiero vivir sin lastre ni memoria.
Este día de aniversario me contemplo sereno, dulce;
es la vida un regalo. Pienso quemar las velas, no soplarlas:

apurarlas sin límite.
.
.

jueves, 10 de septiembre de 2009

canción de aniversario. Jaime Gil de Biedma

La vida no es un sueño, tú ya sabes
que tenemos tendencia a olvidarlo.
Pero un poco de sueño, no más, un si es no es
por esta vez, callándonos
el resto de la historia, y un instante
-mientras que tú y yo nos deseamos
feliz y larga vida en común-
seguro que no puede hacer daño.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Sensatez. Bibiana Poveda



imposible permanecer. lo más estable son las nueces que esparzo en los peldaños, para escuchar cuando se va lo que no acaba de subir.

estas ardillas despellejadas, entre la silla turca y los vapores de añejos disturbios, me susurran dentro de las cáscaras que soy una repudrición

de todas mis sensatas intenciones.

.

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martes, 8 de septiembre de 2009

En la baraja usada. Enrique Badosa

A Joan Margarit, que –a pesar
de jugar “con las cartas marcadas
por el pasado”– acepta el envite
de la “edad roja”.


En la baraja usada tanto tiempo,
perdieron el color los corazones;
las picas, rotas; tréboles sin hojas;
y los diamantes sólo piedra oscura.
Sin embargo, no acaba la partida.
¿Quién juega contra mí dentro de mí?
De noche en noche, todo más a solas.
La apuesta soy yo mismo contra qué...
Tan de repente todo está tan lejos.
Es necesaria una baraja nueva,
naipes para ser libre del azar.
El tapete del juego, rojo vivo.


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lunes, 7 de septiembre de 2009

A mi manera. Ada Menéndez



Me han querido de muchas formas:



A golpes

porque te quiero tanto que lo hago por tu bien,


en silencio

porque te quiero tanto que no es necesario decírtelo,


a escondidas

porque te quiero tanto que nadie puede saberlo.



Pero yo

sólo quiero que me quieran de una forma:



Sin pasar miedo ni un solo minuto

recordándomelo todos los días

gritando a los cinco océanos la verdad,



porque quererme tanto


de otras maneras

es una puta mentira

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domingo, 6 de septiembre de 2009

Con el buscador de fósiles. Vicente Valero

... Yo, lo que de verdad desearía, todo
lo que quisiera para mí
y ahora, es que este animal llamado miedo,
este animal nocturno y ambicioso,
tan confortablemente instalado aquí,
entre mis cosas, un buen día,
al acostarme, ya no lo volviera a ver,
se hubiera ido para siempre
de mi casa (nos dijo), completamente harto
de todas mis costumbres
y de los otros animales míos:
el gato, la pereza, el sol insobornable
del mediodía... (Y luego
poder pensar en él como al final se piensa
en alguien que ya ha muerto
pero al que nunca conocimos bien
del todo). Es lo que yo quisiera para mí
y ahora de verdad: poder librarme
de este miedo ceñudo (y hambriento) que vigila,
desde siempre, la puerta mal cerrada
de todos mis recuerdos.


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sábado, 5 de septiembre de 2009

Pájaros. Mayte Sánchez Sempere



Al ocaso
le han crecido pájaros,
aves migratorias
huidas del frío
con las plumas mojadas
en tinta invisible


pintan
con su luz fosforescente
el paisaje de este Madrid que arde
que me despeina
me bailame sonríe
y se alfombra
de adoquines dorados
cuando el sol cae
y vuelo hacia tus brazos;

a este ocaso en Madrid
le han crecido pájaros:
tus rizos tatuados
en mi espalda,
la transparente caverna de tus ojos
y el mar,

océano en mis dedos
que nos acuna
el sueño y la esperanza;

abro los ojos, despierto y sonrío
con pájaros
que crecen en tus labios.

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viernes, 4 de septiembre de 2009

La flor de Cintia. Mariano José de Larra


No, Cintia, des a Anardo
la linda florecilla
que tienes en tu seno,
mi amor, tan escondida.

No se la des; advierte
que a Anardo si la fías
al punto entre sus manos
verás tu flor perdida.

Que a todas igualmente
la pide, si son lindas,
y luego la deshoja
una tras otra hojita.


Dámela a mí, que el pecho
a nada más aspira
sino a libar su aroma,
dejándola enterita.

Y luego que a mis labios
la toque, bella Cintia,
verás como la vuelvo
intacta florecita.


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jueves, 3 de septiembre de 2009

Eternidad segunda. Ángel Crespo

Metí las manos en el agua
para parecerme a las islas.

Por mis dedos pasaba el mar
como el aire por las rendijas.

Por debajo de mis palabras
las sirenas se perseguían.

Cuando quise volver a tierra
ya no estaba la orilla.


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miércoles, 2 de septiembre de 2009

Madrigal. Gutierre de Cetina

Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué si me miráis, miráis airados?
Si cuando más piadosos,
más bellos parecéis a quien os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay, tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
¡Ya que así me miráis, miradme al menos!


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martes, 1 de septiembre de 2009

Vino amargo. Enol Sanyago

Esconden los campos de Castilla
esqueletosy orificios de bala
entre los que penetran raíces de vid.
Recuerda la uva
cada gota de sangre vertida
servida en finas copasa la hora de la cena.

que traicionaste,

que mentiste,

que perseguiste,

que humillaste y disparaste
ensuciando el alba,
degusta cada noche los restos
de quienes nunca volvieron para despedirse
y son fosa sin aniversario
ni oración.
Cementerios olvidados,
vino amargo.


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lunes, 31 de agosto de 2009

Sin fin. Luis Muñoz

Quizá también me canse.
Digo al final, no ahora.

Del cero del que arranco cada paso.
De buscar en el hoy
y ver cómo se inquieta
la sensibilidad de la memoria.
De seguir una música en el otro
y su corriente en mí.

De recobrar el equilibrio.
De las horas contadas. No ahora.


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domingo, 30 de agosto de 2009

Sin título. Pablo Medel


Me tiemblan los dedos más importantes
cuando pienso en pétalos que no quieren
formar corolas y en arañas tontas
que trepan una a una equivocadas
hacia la luz más alta.

Cómo duelen las flores.

Ya sé que el misterio lo pongo yo,
¿te crees que no lo sé?
Pero necesito dar un sentido
a esta mañana fría,
de manos en los bolsillos y ayes
totalmente ridículos.

Tampoco es tan extraño
que deambule a solas por la ciudad
y acabe derrotado en este parque
donde ya nadie juega.

Cómo duelen las piedras.

Supongo que es así como funciona:
me tumbaré sobre la hierba húmeda
y buscaré figuras en el cielo
para darle un sentido.

Es verdad, no sé el nombre de este árbol
yo sólo sé de sombras
y de estruendos imposibles en bosques
que tal vez existieron.

Cómo duele el silencio.

No sé si las palabras
nos llevan a algún sitio:
la pena es que al apoyarme en el tronco
he arrancado sin querer la corteza.

¿Pero es que no lo ves?
Los tallos de las flores que ahora miro
se están doblando solos
como aquellas cucharas
de cuando creíamos en la magia.

Y ahora el columpio rabia de dolor
en cada balanceo.


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sábado, 29 de agosto de 2009

Con ese minuto de fama. Marcus Versus


te imagino en el salón de esa casa de muebles modernos
te imagino en el salón de esa casa cenando con tu familia.
me imagino en la televisión de esa casa,
gritando a versos que te quiero

con los ojos inyectados en sangre.
te imagino en el salón de esa casa.

y yo rompiendo tus últimas armas para matar_me.



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viernes, 28 de agosto de 2009

XXXIII. Cayo Valerio Catulo.

Oh el más hábil chorizo de los baños,
Vibenio padre y tú, putón del hijo,
(pues si es sucia del padre la derecha
más voraz es aún del hijo el culo),
¿por qué a una mala costa o al exilio
no os largáis, si del padre las rapiñas
famosas son y tus peludas nalgas
ni vender puedes, hijo, por un duro?



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jueves, 27 de agosto de 2009

El viaje. Álvaro García

Y al regresar te encuentras
una premonición
que llega con retraso.
Y con este retraso ves el signo
de una felicidad
que ya no necesita ningún signo.
Todo estaba pactado,
corrían paralelos
tu decisión y el tiempo.
Estás vivo en el tiempo.


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miércoles, 26 de agosto de 2009

Amor, fama y muerte. Charles Bukowski

se sienta afuera de mi ventana
como una vieja que va al mercado;
se sienta y me observa,
suda nerviosamente
por entre alambre y niebla y ladrido-perro
hasta cuando inesperadamente
golpeo la pantalla con un periódico
como manoteando una mosca
y usted pudiera escuchar el grito
en esta ordinaria ciudad,
y entonces salió.

la manera de terminar un poema
como este
es quedarse de pronto
callado.

Versión de Rafael Díaz Borbón


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martes, 25 de agosto de 2009

Operación detectives salvajes. Elia Maqueda


(New paragraph)


– Observa, querido amigo,
guarda bene com’è che finisce l’amore,
como la sopa, a sorbos de pena de viejo de triste y de frío.
Se termina el amor y nos llevamos
la nostalgia de las ceras de color en los bolsillos.


Y yo, salvaje, tomando decisiones:
pasearé tantas ciudades como otoños,
romperé la soledad de la alacena,
seré detective: investigaré el final de los amores.


Tan violento como un dios con gabardina
vigilaré los restaurantes;
los comensales gordos que sorben el caldo,
la intensificación del tintineo de las cucharas,
el final irremediable de la carta de postres.


Presenciaré todos los finales
para redactar el epílogo definitivo…
Estoy preparada,
escondida bajo el ala del sombrero.


No me cogerán nunca más por sorpresa
los puntos y aparte.



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lunes, 24 de agosto de 2009

A un olmo seco (fragmento). Antonio Machado

Al olmo seco, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

* * *

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas, de alguna mísera caseta
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hacia la mar te empuje,
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.


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domingo, 23 de agosto de 2009

Pensamientos que no debería haber pensado pero los pienso. Ernesto Pérez Caballero


49

Ahí está probándose el vestido,
se le caen los versos por las costuras,
yo no tengo mérito alguno,
hasta un analfabeto se haría poeta
cuando se ausenta.

En la tele crece la expectación
Ronaldo va lanzar una falta,
desde que Zidane no controla un balón en el centro del campo
que le lanzan desde otra galaxia


no hay poesía en el futbol.


Es tan bonita que a veces temo que estalle en mil pedazos.


Gooooooooooooool


Yo sigo en sus ojos

que se sobresaltan
- ¿ Cúanto vamos cariño? Pregunta


Apago la tele.


- Otra vez amor, pierdo por goleada.

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sábado, 22 de agosto de 2009

Soneto de amor genérico. Rafael Sarmenterro





De qué herradura cerebral dimites,
de qué garaje sales al mercado,
de qué olas de almidón, de qué escondites,
de qué clave de sol te han desclavado.
De qué bombón, que por bombón derrites,
de qué salto mortal resucitado,
de qué Flores del Mal, de qué convites,
de qué corte real te han recortado.
De qué Playa Girón en Ipanema,
de qué azaroso fallo del sistema,
de qué Oda Elemental de Tarantino,
de qué sesión de cine abandonado,
de qué maravilloso torbellino,
de qué canción, (su nombre), has escapado.



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