jueves, 20 de agosto de 2009

La Luisa, allá por 1940. José Naveiras



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A Gsus Bonilla y Reyes Monje

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A la Luisa la ajusticiaron
a las cinco de la tarde
y Dios presente
y también sus representantes en la tierra
y la Luisa y los demás que iban con ella
en el albero.
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La Luisa alzó el puño
y sobre el ruedo llovieron las balas
casi al mismo tiempo.

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A la Luisa la ajusticiaron
por levantar un puño
en varias ocasiones
y los representantes de Dios en la tierra
murieron de viejos
y sus voces se escucharon tantas veces
que pareciera que el puño de la Luisa,
jamás gritó.

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Hay demasiados Dioses,
demasiados representantes,
demasiados muertos
para que estos últimos
no sean oídos.

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Es imposible que Dios esté tan sordo.


(Del poemario “Todavía muertos”)




Mis poemables en "Tiempo a destiempo"
http://yozuniga.blogspot.com/

2 comentarios:

  1. ojalá la verdad resplandezca, ojalá nuestros ojos al fin se abran

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  2. La verdad histórica. La Historia. La sabemos. Pero nos la han contado otros. Contemos, y cantemos, la nuestra.

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