Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay!, pensé; cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: “¡Levántate y anda!”.
Mis poemables en "Tiempo a destiempo"
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'El arte de la fuga según Mr. Nooteboom'
Hace 4 años
Pues no sé si Becquer ya había salido por aquí; en cualquier caso, como ésta es la primera vez que me lo encuentro en este espacio tuyo aprovecho para decirte que me alegra especialmente haber vuelto a leer gracias a ti este poema que tanto me conmovió cuando lo leí con dieciséis o diecisiete años.
ResponderEliminarPor ahí tenías una cosa tuya inspirada en una Rima de Becquer. No la guardé y ahora me arrepiento porque no sé si daré con ella entre tus poemables.
Un abrazo.
Por aquí no había salido, Rafael. Sí salió ea cosa mía, becqueriana, hecha sobre esta rima precisamente. Y creo que fue uno de tus primeros comentarios. Esta en la entrada del 14 de febrero, por si quieres cotejar.
ResponderEliminarAbrazo.
Ey pendejos esta rima es la rima 7 no la 6 imbeciles
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