martes, 11 de agosto de 2009

Dedicatoria final. Gabriel Celaya

(Función de Amparitxu)

Pero tú existes ahí. A mi lado. ¡Tan cerca!
Muerdes una manzana. Y la manzana existe.
Te enfadas. Te ríes. Estás existiendo.
Y abres tanto los ojos
que matas en mí el miedo,
y me das la manzana mordida que muerdo.
¡Tan real es lo que vivo,
tan falso lo que pienso
que -¡basta!- te beso!
¡Y al diablo los versos,
y Don Uno, San Equis, y el Ene más Cero!
Estoy vivo todavía gracias a tu amor,
mi amor,
y aunque sea un disparate todo
existe porque existes, y si irradias, no hay vacío,
ni hay razón para el suicidio, ni lógica consecuencia.
Porque vivo en ti, me vivo, y otra vez, gracias a ti,
vuelvo a sentirme niño.
Mis poemables en "Tiempo a destiempo"

2 comentarios: