domingo, 30 de agosto de 2009

Sin título. Pablo Medel


Me tiemblan los dedos más importantes
cuando pienso en pétalos que no quieren
formar corolas y en arañas tontas
que trepan una a una equivocadas
hacia la luz más alta.

Cómo duelen las flores.

Ya sé que el misterio lo pongo yo,
¿te crees que no lo sé?
Pero necesito dar un sentido
a esta mañana fría,
de manos en los bolsillos y ayes
totalmente ridículos.

Tampoco es tan extraño
que deambule a solas por la ciudad
y acabe derrotado en este parque
donde ya nadie juega.

Cómo duelen las piedras.

Supongo que es así como funciona:
me tumbaré sobre la hierba húmeda
y buscaré figuras en el cielo
para darle un sentido.

Es verdad, no sé el nombre de este árbol
yo sólo sé de sombras
y de estruendos imposibles en bosques
que tal vez existieron.

Cómo duele el silencio.

No sé si las palabras
nos llevan a algún sitio:
la pena es que al apoyarme en el tronco
he arrancado sin querer la corteza.

¿Pero es que no lo ves?
Los tallos de las flores que ahora miro
se están doblando solos
como aquellas cucharas
de cuando creíamos en la magia.

Y ahora el columpio rabia de dolor
en cada balanceo.


Mis poemables en "Tiempo a destiempo"
http://yozuniga.blogspot.com/

2 comentarios:

  1. es verdad que el silencio puede ser doloroso, lo que no sé es porqué un dedo es más importante que otro
    un beso

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  2. Como duelen las flores....
    Como os quiero amigos.

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