martes, 14 de julio de 2009

Destrucción de la mañana. José María Fonollosa

Es absurdo vivir. Y duele mucho.
Mi vida no era al mundo necesaria.
No soy más que un estorbo para algunos
y un estorbo también para mí mismo.

Y así somos los más. Unos objetos
molestos arrojados a la vida
que aparta alguna gente cuando avanza.
Todo ha salido mal. Todo mal sale.

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