He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste más triste que un tintero
Triste no soy o si lo soy no sé
la maldita razón porque no quiero
He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste en las calles de mi raza
He vuelto a estar más triste que un quinqué
más triste que una taza
Estoy sentado ahora en un café
y mi alma late late
de sed de no sé qué
tal vez de chocolate
No quiero esta tristeza medular
que nos da un golpe traidor en una tarde
Pide cerveza y basta de pensar
El cerebro está oscuro cuando arde.
'El arte de la fuga según Mr. Nooteboom'
Hace 4 años
Te he conocido en el blog de Santiago Tena y me ha gustado mucho este poema tuyo, mezclado con el café que es el motor físico de mi vida.
ResponderEliminarQue conste que te voté porque me gustaba tu soledad en medio de tanta mujer.
Un beso
Si no te importa te enlazo en uno de mis blogs//poemasdeblogs.blogspot.com/
ResponderEliminarMi tercer comentario:
ResponderEliminarPor cierto ¿eres de Santander?
Tengo allí unos familiares que se apellidan Zúñiga.
un beso
una delicia, josé, el poema de ory, una gracia y una sencillez agradables
ResponderEliminarel cerebro se vuelve vacío cuando la tristeza nos tiene atrapados...
ResponderEliminarun beso